Erin
Brockovich en el principio de la película es una mujer con problemas
económicos poco preocupada por el medio ambiente, pero a medida que
descubre sus nefastas consecuencias y como afectan a familias como la
suya, decide involucrarse para intentar solucionar este problema y
además intentar indemnizar a las personas que ya han sufrido las
consecuencias.
En
la película Erin lucha contra una importantísima empresa que está
provocando daños por vertidos en las aguas subterráneas, y dichos
vertidos han causado graves enfermedades en las personas y familias
que viven en los alrededores. En la actualidad muy pocas de estas
batallas contra países o empresas es ganada, ya que, siempre se
encargan de destruir cualquier prueba incriminatoria. Un ejemplo de
esto sería que los Estados Unidos no firmaran el protocolo de Kyoto
para no tener que controlar las emisiones de co2 ya que estas superan
con creces las pedidas en tal protocolo.
Además las penas impuestas
a las empresas que contaminan el medio ambiente suelen ser insuficientes, ya que, ¿ cual es el precio de nuestra propia vida?.
Pues no hay un precio concreto ya se observa en la película como la
empresa afectada les ofrece dos millones de dólares para que dejen
de buscar, pero Erin les pregunta a los representantes de dicha
empresa:¿Es suficiente dos millones de dólares que van a ser
repartidos entre 400 personas afectadas, crees que ellos podrían si
quiera costearse el precio de los hospitales y los tratamientos que
han recibido hasta ahora?.Pues esto es lo que sucede, no hay un
precio monetario para nuestra salud y la de nuestras familias por
ello las penas tendrían que ser más grandes que simplemente algo
económico como por ejemplo la pena de carcel para aquel que ha
permitido que eso sucediera.
Otro
punto que se observa en la película es la aportación de todos a
esta causa porque normalmente asociamos ecología con los científicos
y los ecologistas, pero nosotros también formamos parte de ella y
hay que cuidar nuestro entorno para que podamos vivir bien. Por ello
a lo largo de los años nos hemos ido concienciando más con respecto
a este tema y ahora, por ejemplo, separamos los residuos, cerramos el
grifo cuando nos enjabonamos, hemos dejado de tomar baños y ahora
casi todo el mundo se ducha, hemos aprendido a apagar el interruptor
de la luz cuando salimos de una habitación e incluso tenemos la
llamada Hora del Planeta
o Earth Hour (en
inglés), que es un evento mundial
impulsado por el World Wide Fund
for Nature (WWF) que se celebra el último sábado de marzo de cada
año y consiste en un apagón eléctrico voluntario, en el que se
pide a hogares y empresas que apaguen las luces y otros aparatos
eléctricos durante una hora. Con esta acción simbólica, se
pretende concienciar a la sociedad sobre la necesidad de adoptar
medidas frente al cambio climático antropogénico y las emisiones
contaminantes, así como ahorrar energía y aminorar la contaminación
lumínica.
Pero
también hay cosas que seguimos haciendo y perjudican al medio
ambiente como coger el coche. Esta es es una de las causa del
calentamiento global y es la que hoy en día destruye más a nuestro
planeta. Pero hay también otras cosas que lo dañan como puede ser
arrojar latas o botellas que vidrio
o plástico al bosque, que
posteriormente provocan un incendio que hace que se destruyan
millones de hectáreas de árboles. E de decir que los árboles son
aquellos que nos permiten seguir viviendo en la tierra porque de no
ser por ellos nos quedaríamos sin oxigeno, pero gracias a su
fotosintesis ellos expulsan oxigeno y además limpian
nuestra atmósfera de
CO2 por lo que hay que cuidarlos. Todos estos
problemas tiene una sencilla a a la vez muy compleja solución y es
comprometernos a cuidar el medio ambiente, y hacer todos puesto que
no vale que lo hagan unos pocos.
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