La investigación de documentos antiguos, confirma que se han encontrado claras evidencias de un profundo conocimiento de las leyes ambientales por parte de civilizaciones pasadas. Sin embargo, el ser humano ha seguido dañando el medio, ya lo decía Reifenberg (1952)con la frase, "...a los hijos del desierto se les debería llamar más exactamente padres del desierto", esto puede resumir la larga lista de destrucciones ambientales provocadas desde los comienzos de la humanidad; pongamos como ejemplo los incendios forestales y la sobre explotación pastoril.
Hay que reconocer también a los biólogos y geógrafos un papel fundamental en los inicios de la ecología. Por ejemplo, Aristóteles, además de filósofo, fue un biólogo y naturalista de gran talla. Un ejemplo son los títulos de sus obras sobre la vida y costumbres de los peces, fruto de sus diálogos con pescadores, y sus largas horas de observación personal.
Entre los muchos ejemplos posibles, es suficiente recordar las investigaciones de Réamur en el campo de la temperatura, así como las de Leeuwenhoek acerca de la formación del almidón en las plantas verdes,Alexander von Humboldt que realizo diversos viajes para conocer los paisajes geográficos, el Conde de Buffon, autor de los primeros tratados de biología y geología no basados en la Biblia; o Alexander von Humboldt, el cual exploró y estudió durante cinco años las tierras de América Latina.

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